viernes, 29 de mayo de 2015

TRECE

Y me hablas
y escucho tus palabras,
tus inquietudes, miedos y sueños,
y me dejo llevar
por la noche estrellada
hasta tus labios...

A veces no te entiendo,
no sé lo que dices,
porque solo cuentan
tus respiraciones,
tu risa cristalina,
tus silencios...

Y te sueño, siempre,
dormido o despierto,
vivo o muerto,
pues mi mundo
resucita con tus besos,
vive de tus versos...

Y te escucho atentamente,
como si me fuera
la vida en ello,
y te cuento mis mentiras,
la mayor de ellas
cuando afirmo que no te quiero...

Nací entre tus brazos
cuando me enamoré
sin darme cuenta,
y puse mi corazón
entre tus dedos,
entre tus besos...

Y me devuelves versos,
a medianoche,
se invierten los papeles,
y vivo entre ellos
al amparo de la luna,
llevado por el viento...

139. LA SOMBRA DE SUS MANOS

Manos que sueñan, que acarician, que besan, observan, bailan, hechizan, flotan en el aire, prometen infinitos... Y ella, ella... No se da ni...