martes, 17 de octubre de 2023

138. POR LAS PEQUEÑAS COSAS

Sonrisas a media voz, sentimientos cruzados
las palabras no pronunciadas, los besos callados,
las caricias con la mirada, los abrazos, 
esas manos que hablan solas.

Tantas cosas que se juntan, se revuelcan,
te envuelven y te acompañan,
las amistades teñidas de amor,
los amores confusos y callados.

Los labios que se humedecen,
las lenguas que desean mezclarse,
los límites y las fronteras de lo aceptable,
los sueños de libertad y deseo.

¡Cuánta verdad hay en los silencios!
¡Cuántos abrazos en la distancia!
¡Cuántos te amo silenciados!
¡Cuántas dosis de tristeza callada!

Pero sigues adelante, el amigo fiel,
el compañero de andanzas,
el ancla para el largo viaje de la vida,
aquello que te une a la realidad.

A veces me gustaría ser más libre,
atreverme a sanar sus heridas,
mercancía defectuosa que nadie quiere,
iguales que se pierden en la madrugada.

No me hables de amor, sino de realidad,
del ahora, del para siempre, del aquí,
es en este momento cuando te necesito,
cuando estoy por ti, para ti.

Que las palabras se las lleva el viento,
incluso los más bellos poemas mueren,
son los actos los que cuentan de verdad,
y hay abrazos que sanan corazones.

De amores he vivido muchos,
pero he soñado demasiados,
hacen daño los recuerdos,
aunque sigues viviendo.

¿Y mañana? ¡Quién sabe!
Ojos que te miran cansados,
labios requemados por las lágrimas,
cuando las fuerzas te abandonan.

Pero sigues soñando, con ella,
y te sigues ilusionando, con las pequeñas cosas
que hacen que la vida tenga sentido,
que te llevan del presente al mañana.

miércoles, 11 de octubre de 2023

137. UN BRINDIS

Alcemos nuestras copas y bebamos...

Por quienes nos dieron la vida.
Por esas fotos que nunca pudimos borrar.
Por las sonrisas desde el alma.
Por los abrazos desde el cielo.
Por esos recuerdos que desaparecen.
Por las voces del olvido.

Por el tacto de esas manos.
Por los que están.
Por quienes ya se fueron.
Por los nuevos comienzos.
Por los finales tardíos.
Por las esperanzas rotas.
Por los besos febriles.

Por los cafés a medianoche.
Por hacer el amor de mañana.
Por los paisajes compartidos.
Por los lugares soñados.
Por las sonrisas desde el alma.

Por los desayunos en la cama.
Por las duchas compartidas.
Por el calor del sol en la playa.
Por los cuerpos desnudos.
Por los ojos soñadores.
Por los dedos que acarician.
Por el café con churros en compañía.
Por quienes llenan nuestras vidas.

Por los amigos de siempre.
Por los enemigos que huyeron.
Por las familias que te apoyan.
Por quienes te roban el alma.
Por las amistades amorosas.
Por los latidos del corazón.
Por las risas y las carcajadas.

Por las miradas soñadoras.
Por los labios que nunca besaste.
Por las melenas alborotadas.
Por los ojitos pequeños como puñales.
Por los dedos de los pies.
Por esas manos tan largas.
Por esas piernas de gacela.

Por los proyectos de futuro.
Por los momentos del presente.
Por los fantasmas del pasado.
Por estar vivos y sanos.
Por la sonrisa de un niño.

Por las historias que nos contaron.
Por los relatos al amor del fuego.
Por la Madre Naturaleza.
Por el mar y los desiertos.

Por las voces mezcladas con las olas.
Por los amores prohibidos.
Por las existencias soñadas.
Por la soledad y la tristeza.

Por tantas y tantas cosas.
Por la Vida.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

136. MI CORAZÓN GRITA TU NOMBRE

No puedo evitarlo, miro tus fotos,
que me hablan de otros tiempos,
cuando pensaba que todo era posible,
que el amor existía y que tú,
mi bella dama, eras mi futuro.

Fuiste mi presente y mi pasado,
las noches se sucedían y la luna,
desde lo alto, me guiaba hacia ti,
y mientras dormías depositaba
un triste beso, en tus labios.

Dos veces nos vimos, hace ya tanto,
pero el efecto de tu presencia,
de tu ausencia, de tus sueños,
de tus penas, de tus alegrías,
me daba la vida...

Y ahora, me he quedado solo,
frente al vacío que me aterra,
cuando ya no estás a mi lado,
ni siquiera en los sueños,
ni tampoco despierto...

Dentro de poco serán dos meses,
desde tu último ataque de celos,
desde que rompimos, y algo
se partió en mi pecho aquél día,
algo murió en mi interior.

De poco sirven las razones
cuando el corazón dolido es quien habla,
y el juicio se nubla, y tan solo
tienes ganas de llorar, en silencio,
porque los hombres no lloran.

Igual que borré la larguísima cadena
de mensajes desde que nos hicimos amigos,
y fueron 14 años de palabras,
debería haber borrado tus fotos,
pero no he podido...

Y las miro, en la madrugada,
y pienso en ti, en lo mucho
que te quise, y te añoro,
como ese sueño que tuve
cuando era niño...

Me sonríes desde la pantalla,
esos labios hermosos, esos ojitos
pequeños como puñales,
esos hoyuelos en las mejillas,
esa melena salvaje...

De poco me sirve recordar
que nunca me quisiste de verdad,
que no nos volvimos a ver,
que se rompieron los sueños,
y que nunca descubriremos aquella ciudad.

La razón me dice que te olvide,
que te arranque de mi memoria,
que todo fue un sueño de soledad,
pero el corazón, ¡ay el corazón!
sigue gritando tu nombre...
 

viernes, 8 de septiembre de 2023

135.TIEMPO

Siempre me dicen los amigos
que el tiempo todo lo cura,
que el dolor disminuye,
que ves un mañana luminoso,
que hay segundas oportunidades,
que el amor triunfa al final,
que la bondad gana...

Me gustaría pensar un momento
que todas estas cosas son ciertas,
que hay esperanza para mi,
que el corazón latirá de nuevo,
y me volveré a enamorar,
a sentir esa locura
que nos trae la felicidad.

Ansío tener unos ojos
en los que reflejarme al besarla,
unos dedos que recorran mi cuerpo,
una piel que se amolde a la mía
al amarnos de madrugada,
encontrar a esa compañera
que me haga sentir vivo de nuevo.

Pero el tiempo no pasa,
el dolor permanece y aumenta,
los días se suceden imperturbables,
las noches se atascan en mi garganta,
y la soledad me persigue, implacable,
ahuyentando cualquier tipo de esperanza,
y la fría madrugada roe mis entrañas.

Y tengo ganas de llorar, por ella, por mi,
por esa extraña y desconocida amada,
y por quien me partió el corazón,
llevándose la magia de los últimos años
en un torbellino de palabras no pronunciadas,
buscando en los resquicios de mi alma
las huellas de lo que pudo haber sido,
pero que nunca fue, porque ella no quiso...

Amante, amada, amiga, la sagrada trilogía,
ama, esclava, víctima y verdugo,
causa hoy de todos mis desvelos,
cuando el viento me trae el reflejo
de su nombre, tan querido, tan adorado,
y ella me sonríe desde la pantalla,
porque nunca pude borrar sus fotos.

La salvaje melena pelirroja
que nunca se enredó entre mis dedos,
las manos cuyas caricias no sentí,
ese cuello que llamaba a mis labios,
esos senos pequeños y maduros,
esas caderas que jamás recorrí con la lengua,
esas piernas que se empeñaban
en llevarnos más lejos, hacia otro sueño....

Y tan solo espero que llegue el momento
en que otros ojos me devuelvan la mirada,
y borren su recuerdo, el sonido de su voz,
el aroma a mar que la envolvía,
y los sueños que nunca compartimos,
porque ella no quiso, porque yo tuve miedo
de perderla, de alejarla, de dejarla sola,
y ella prefirió la nada, la ausencia,
pero sé que llora de madrugada...

sábado, 2 de septiembre de 2023

134. ENTRE LAS SÁBANAS

Extraños sentimientos me llevan de nuevo hacia ti.
Quizás por la luna llena, se despierta esa necesidad
de amar y ser amado, de sentir el tacto de otra piel,
de recorrer tu cuerpo con los dedos, y besarte,
en tus lugares secretos, y oírte gemir...

Las carambolas del destino nos unieron,
y luego la vida siguió su curso, lentamente.
Tú te enamoraste de mi, al menos eso dices,
y yo no tardé mucho en caer en tus redes,
en la trampa de tu cuerpo desnudo sobre mí,
en tus gemidos cuando hacemos el amor.

Quizás el sexo no sea una buena  base para una relación,
pero sobre las sábanas, o en la ducha, te busco,
y me encuentras, y juntos, por unas horas,
encontramos un nuevo camino al mañana.

Tengo hambre de ti, mi bella dama,
tengo ansias de poseerte y de ser tuyo de nuevo,
de hacer que mis labios y mis caricias se apoderen
de ti, de tu mente, de tus recuerdos, de tu pasión,
de arrancarte gemidos al posar mis labios sobre los tuyos,
al dejar que mi lengua explore tus rincones más secretos,
como el marinero que vuelve a casa desde el mar.

Eres el puerto seguro al que vuelvo sin falta,
la sirena o la hechicera que se apodera
de mi esperanza, de mi fe, de mis pensamientos,
y sólo entre tus brazos, entre tus piernas,
al notar tu piel desnuda junto a la mía,
encuentro la paz de la que hablan los poetas,
o la felicidad que buscan los místicos.

Ansío volver a estar por unas horas contigo,
abandonando entre las sábanas inseguridades y miedos,
y dejarnos llevar por las oleadas de pasión
que drenan nuestros cuerpos, cuando, desnuda
y satisfecha, te descabalgas y te acurrucas,
desnuda, entre mis brazos anhelantes.

Desearía pasar toda la noche contigo, irnos juntos,
despertar a tu lado con el nuevo día, y buscar,
en un nuevo amanecer en la orilla del océano,
esas verdades que atisbo en tus ojos negros,
en tus piernas de diosa, en tus pechos pequeños,
en tu sexo amante y acogedor, en tus manos
que acarician y arañan mi cuerpo, y sentir,
que por fin he llegado a casa, donde no existe
ni la soledad ni el miedo...

domingo, 27 de agosto de 2023

133. Hacia otros horizontes

En la madrugada, te busco,
y como siempre, no te encuentro.
Un producto de mi imaginación,
un sueño tal vez, una pesadilla.

Ya no asomas al otro lado del espejo,
no escucho tu voz en el viento del Norte,
ni me viene el aroma de tu melena,
ni siento tus lágrimas en mi cuello.

Todo ha terminado, lo sé, pero...
perduran los recuerdos de lo imaginado,
los sueños que no compartimos,
los viajes que nunca hicimos.

Los besos que nunca te di,
las palabras que no salieron de mis labios,
las veces que no sequé tus lágrimas,
cuando nunca me dijiste que me amabas.

Lo habría dado todo por ti, ¿lo sabes?
Quizás tendría que haberlo hecho,
abandonarlo todo por una ilusión,
y empezar una nueva vida, tan lejos.

El viento del ocaso me trae tu nombre,
el recuerdo de unas pocas horas juntos,
los libros que compartimos en la distancia,
las películas que vimos juntos pero separados.

Por más que lo intento, no puedo olvidarte,
y noto esa familiar opresión en el pecho,
y siento tu dolor, tu tristeza, tu ansiedad,
incluso ahora que nada tiene remedio.

Quizás en otra vida, tú me habrías querido,
nos hemos separado, pero perduran
aquellos poemas que nacieron para ti,
y las cartas que nunca tuvieron respuesta.

Con el tiempo, aprenderé a quererme,
a valorarme, a cuidarme, a respetarme,
completando el proceso que comenzó
cuando por fin te dije adiós.

Otros amores vendrán cuando me sienta listo,
otras voces pronunciarán mi nombre,
otros labios besarán mi cara, mi cuello,
otras mujeres llenarán el inmenso vacío.

Y yo seguiré buscando respuestas
en el fondo de otras miradas inocentes,
en los sabores secretos de otra mujer,
mientras recorran mis labios su piel desnuda.

Y aprenderemos a estar juntos pero separados,
a darnos por completo, a vivirnos, a sentir,
a compartir sueños y paseos bajo la luna,
a descubrir en el otro que somos uno...

Somos barcos fantasmas que navegan en la noche,
que comparten aventura durante un tiempo,
luego regresan al puerto seguro, a sus vidas,
para encontrarse de nuevo en el horizonte.


sábado, 1 de julio de 2023

132. Ansias de ti

En medio de los días sin sol y de las noches sin luna, buceo en mis recuerdos hasta encontrarte, única, perfecta, celestial, mágica... Y entonces sé que me he equivocado.

No me enamoré de una musa, de una ilusión, de una sirena o de una náyade. Tampoco de el reflejo del almendro en flor en el lago, junto al Monte Fuji. Ni de ese viento del este que me acaricia la cara cuando paseo por el acantilado. No te encuentro en el sol del ocaso, que calienta mi corazón por las veredas del parque del Retiro. No eres una criatura surgida de lo más profundo de mi imaginación, de mi necesidad de amar. No te inventó Bécquer en una noche de niebla, mientras paseaba por las calles de Toledo.

Porque eres una mujer real, perfecta en su imperfección, de ojitos castaños, pequeños como dos puñales que me traspasan el alma incluso desde el recuerdo. Con tu salvaje melena pelirroja, que de vez en cuando te empeñas en dominar en coleta. Con tu piel blanca como la de un recién nacido, y llena de pecas hasta en los lugares más insospechados. Con tu figura alta y desgarbada, tus pechos pequeños pero firmes, los brazos tan largos que me muero por abrazarte, y esas piernas que pareces no saber lo que hacer con ellas cuando nos sentamos en una de las terrazas de la Alhambra.

Me enamoré de tu realidad, incluso de ese trabajo que unos días amas, otros odias, al que fui a buscarte una noche de otoño, harto de esa virtualidad, tan cómoda por otra parte. De esas músicas que compartimos. ¡Mira que no entender tu mensaje cuando me ponías, una y otra vez, "Algo contigo", de Rosario Flores!

¿Cuántos años han pasado ya, desde entonces? Dicen las malas lenguas que desde 2014, cuando me enamoré de ti; o puede que antes, cuando te enamoraste de mi. Existía el pequeño problema de mi mujer (mal rayo la parta), y fuiste prudente. Tanto, que creo se te pasó el amor. Y ahora, cada mensaje, cada carta, cada regalo, cada nota de voz, es una lucha por conquistar eso que tanto ansío: toda tú, todos tus sueños, tu voluntad, tus recuerdos, tu pasado, tu presente y tu futuro. Todo ello envuelto con un bonito lazo de raso, que será la única prenda que te permitiré tener, y que lucirás orgullosa en el cuello...

viernes, 26 de mayo de 2023

131. DESCUBRIENDO EL SENTIDO

Loca, te llaman, por quererme.
Que si tanta distancia,
que si no me conoces,
mas, en el fondo, no saben,
o no comprenden, que lo nuestro
estaba escrito en las mismas estrellas.

Y yo, amándote en la distancia,
más allá de las palabras 
de los silencios y de la ausencia,
pues me completas, me sanas, 
y me devuelves la vida, 
con cada sonrisa, con cada beso al viento.

Loco, me llaman, por quererte,
por buscar como sea tu felicidad,
tu sonrisa, tu amor, tu compañía,
por estar siempre a tu lado,
y olvidarme de mí, y de esa manera
me completas más que nadie.

¡Qué sabrán ellos, tan listos, tan cerebrales,
tan fieles y competentes, de lo que es el amor!
Si nunca lo han vivido, y se limitan,
a juzgarnos desde la barrera, como a los toros.
Si se quejan de lo vacío de su existencia,
pero no conocen los sentimientos.

Y luego afirman, pobrecitos, que sus vidas
ya no tienen sentido, que los días pasan,
uno tras otro, sin aliciente ni objetivo.
Si no conoces el amor, si no te das por entero, 
por siempre, para siempre y sin condiciones,
dime tú, tan sabio, ¿para qué estás vivo?

jueves, 23 de febrero de 2023

130. MUJER DE TINTA

 

Tu cuerpo es el mayor pincel
que jamás tuviste entre las manos,
y lo usas como ariete
para romper las paredes que te encierran
en la prisión de plástico y cristal.

Es la hora de la rebelión,
de levantarte en armas,
en memoria de las que ya no pueden hacerlo,
y como aviso para las que siguen
aguantando, aguantando, aguantando...

Eres un poco la portavoz
de quienes han perdido la risa,
y viven entre lágrimas, soportándolo todo,
las palizas, las injurias y los golpes
porque ni recuerdan que son personas.

Pero tú eres fuerte, mujer de tinta,
y te rebelas, y te haces oír,
y lanzas ríos de tinta negra y roja
sobre los maltratadores
y la sociedad que los fomenta.

Donde antes no podía intervenir nadie,
pues las cosas del matrimonio son sagradas,
y el hombre debe disciplinar a su esposa
como nos decían en la época de Franco,
ahora hay personas que luchan.

Que nadie calle tu voz, que esta resuene,
se extienda, estigmatice, señale, acuse,
y que la sociedad reaccione, tome medidas,
para que todo no se reduzca a un estéril,
aséptico y lejano recuento de muertas.

 

129. LAS VOCES DEL VIENTO

 

Tarde de lluvia en Madrid, de otoñal invierno.
Bajo los paraguas, mil humanos se esconden
y caminan, y corren, y sufren, y mienten,
y se mienten a sí mismos sobre sus vidas
tan perfectas y felices en las que no hay tiempo,
ni tan siquiera, para la música, y el viento.

Las notas de un violín desgarran el aire
y lo llenan de armonías y de lamentos,
acordes zíngaros en medio de Montera.
El violinista tiene los ojos medio cerrados
bajo el sombrero y algunas gotas salpican
al fiel compañero, al preciado instrumento.
Medio resguardado por un escueto toldo
recuerda su vida, su pequeño y antiguo pueblo
en los Cárpatos: su familia, su gente, su amada,
todos ellos, arrastrados por el espacio y el tiempo.

Mas ahora, cada vez que repite los viejos acordes
escucha de nuevo, en su corazón, las voces del viento.
Y yo también las escucho y me detengo a su lado,
y también cierro los ojos, y miro al cielo, y sueño,
con noches junto a la hoguera en el claro del bosque;
una mujer baila y dos la acompañan, sus vestidos
de mil colores refulgen por el fuego y hablan
de libertad, de tristeza, y de lamentos al viento.

127. HE BUSCADO

 

He buscado la sabiduría entre las dunas,
en la arena azotada por el mistral,
paseando junto a la orilla
del inclemente mar,
sin respuesta.

He buscado la fortaleza en la piedra,
en las cavernas alejadas del sol,
lejos de todo, de la vida
que bulle en la
superficie.

He buscado la ternura en el viento,
en sus largas caricias sin manos,
en sus besos sin labios,
que te rodean y
te abandonan.

He buscado la alegría en el fuego,
en mil largas noches sin luna
alumbrado por las llamas,
en el rojo, en el naranja,
en el negro.

He buscado compañía entre los almendros,
flores rosas y blancas, por doquier,
entre sus ramas encontré
la virtuosa soledad
del silencio.

He buscado el perdón entre lápidas y nichos,
caminando, vivo entre los muertos,
o tal vez muerto entre los vivos,
descubriendo que la vida
no existe.

He buscado el amor entre clínicas y hospitales,
recorriendo mil habitaciones y pasillos,
bebiendo las lágrimas amargas
de la soledad y de la ira
ante la muerte.

He buscado la risa en los barrancos, en el eco
que suena por mil sitios, con mil voces,
mientras tú vas cayendo
para siempre hacia
la nada.

Pero, al final, he encontrado todas las respuestas
en el lugar donde siempre supe que podría
encontrarlas: en tus ojos, en tus manos,
en tu regazo, en tus labios,
en ti.

128. LA TRAMPA DE TUS OJOS NEGROS

 


Susurras en mi oído tiernas palabras,
me hablas de futuros, de amores,
de sueños, de planes, de realidades,
siento tu cuerpo desnudo, fresco,
pegado a mi espalda y tus manos
traviesas, trazan arabescos en mi pecho.
Intentas que todo sea igual que antes,
que no haya cambios en la vieja rutina,
que se cumplan los tiempos y ritmos
del antiguo y hermoso cortejo amoroso,
incluso has preparado velas aromáticas,
y baño de espuma y música suave...
Pero lo siento, querida, esta noche,
soy yo quien no tiene ganas de nada,
incluso si mi cuerpo te desea, motivado,
no pasa lo mismo con mi alma, con mi mente.
No sigas así, no lo intentes, no puedo,
otros pensamientos nublan mis sueños.

Demasiadas cosas me distraen para caer,
una vez más, en tu dulce juego y no quiero
hundirme en tus inmensos ojos negros,
pues si lo hago, ya no tendré fuerzas, lo sé,
para decirte que ya no te quiero como antes,
y desaparecida la magia, solo queda el cuerpo.
Pues el amor es una planta, y necesita riego,
y poda, y abono, y mimos, y besos, ternuras,
mil cosas, pequeñas y grandes que, en ti,
cariño, ya no encuentro. Y me asfixio, me muero,
de pena, y soledad, estando contigo pero nada
te digo, pues caigo en la trampa de tus ojos negros.
Intentaré acumular fuerzas, para hablar contigo,
otra tarde, otra noche, y decirte lo que siento,
buscaré el modo de avivar las viejas ascuas,
y las palabras que necesito, y los gestos.
Pero será otra noche, pues el agua está caliente,
y las velas iluminan dos amantes en el espejo.


126. DÉJAME SOÑAR

 

Déjame ser el viento en la noche,
susurrar mi nombre en tus oídos
mientras duermes tranquila.

Déjame deslizarme sobre tu piel
sonrosada, tierna, adolescente,
y recorrer tus labios con suspiros.

Déjame besarte en los ojos cerrados,
para que luego sueñes conmigo
y, al despertar, quieras buscarme.
Déjame acariciar tu cuello grácil,
seguir la ruta de la sangre cálida,
tan llena de aquella vida que añoro.

Déjame pensar que todo podría haber
cambiado, ser distinto, ser felices
juntos, tal vez en otro lugar, en otra vida.
Déjame olvidar, sumergido en tu aroma,
todas aquellas cosas que jamás he vivido,
al menos, no contigo, y por eso no cuentan.

Déjame recordar, al menos, aquel instante,
en el cual nuestras almas se cruzaron
a través del tiempo, tú viva y yo muerto.
Déjame vivir a tu lado esta noche, una más,
y tumbarme junto a ti, aunque no me veas,
tal vez sientas el frío de mi cuerpo fantasmal.

Déjame acompañarte entre las sábanas de raso,
perderme en la inmensidad azul de tu cama
y recitar mis versos malditos en tu oído.
Déjame soñar contigo, con noches de luna,
de murmullos y susurros, para que escuches
mi voz, amándote, al otro lado del espejo.

miércoles, 25 de enero de 2023

125. DESPIERTA

 Despierta, mi bien despierta,
que ya se amaneció, ya los pajaritos
cantan, la luna ya se metió...

Eso dice la canción, y es una gran verdad.
Deja atrás los malos momentos, las penas,
las decepciones y las tristezas.

No lo dudes, mi bella dama, puedes
y debes refugiarte entre mis brazos,
a sólo piel y músculo de mi corazón.

Deja que incluso en la distancia,
te encuentre, te busque, te consuele,
te adore, te sueñe, te ame, sin fin.

No tengas miedo, mi amor, que yo
estaré a tu lado, ahora y siempre,
y tú vivirás en mi mente, en mi alma.

Olvídate de la soledad, de la enfermedad,
de la vida con sus maldades, de la muerte,
y piensa solamente en nosotros, juntos por fin.

Déjame sentirte, tan cerca, tan lejos,
que cruzando el puente de sueños
nos olvidemos de todo, de la vida misma.

Y yo te prometo cuidarte, amarte, protegerte,
como un león a sus crías, como un lobo,
acechando entre las sombras de tu soledad.

No temas, mi dama, que la muerte es tan solo
una palabra, una mentira, y la vida, lo sabes,
siempre triunfa si estás a mi lado.

Porque en ti encuentro la fuerza para luchar,
tan solo un minuto más, y eso es mucho,
porque somos criaturas de presente perpetuo.

No te puedo hacer grandes promesas, 
soy más de hechos, y sueño contigo,
dormido y despierto, vivo y muerto.

Despierta, mi bella dama, déjame hundirme
en tus ojos de garza, pequeños como puñales,
y encontrar en ellos mi último destino...

139. LA SOMBRA DE SUS MANOS

Manos que sueñan, que acarician, que besan, observan, bailan, hechizan, flotan en el aire, prometen infinitos... Y ella, ella... No se da ni...