sábado, 23 de febrero de 2019

100. MISIÓN CUMPLIDA


Cien poemas te prometí,
de esto hace ya varios meses,
mi bella y triste dama,
para decirte cuanto te quiero,
para demostrarte con palabras
que nada es imposible,
que el amor triunfa siempre,
que no hay límites en el sueño,
que estamos juntos en la distancia,
que solo nos separa el tiempo,
que solo nos unen los besos.

Y poco a poco, mis palabras,
tus poemas, han ido naciendo,
engarzándose como mudos testigos
de un amor entre las nubes,
de tantos sentimientos nuevos,
para llegar hasta tus manos,
convertidos en papel y tinta,
hijos de mil y un sueños,
de tantos sentimientos reprimidos,
como un largo y triste lamento,
pues con este último verso,
me despido de ti, mi bella dama,
hasta el próximo reto…

99. EN LA MADRUGADA


En el silencio de la madrugada,
mis labios buscan tu cuello,
como una nave en puerto seguro,
como el cachorro en mitad del sueño.

Y tú te das la vuelta dormida,
y me quedo mirando tu cuerpo,
valles y sombras bajo las sábanas,
campo de batalla sagrado y secreto.

Así, en reposo, pareces feliz,
lejos de la vida y sus misterios,
en un lugar donde el dolor no existe,
ni tampoco distancia ni tiempo.

Tantos años juntos pero separados,
tanto tiempo soñando contigo,
y al final compartimos lecho,
y te siento a mi lado en el sueño.

Sueños, en el fondo, todo lo que tengo,
me cuesta distinguir la realidad,
pero estando por fin a tu lado,
el mundo cabe entre mis brazos.

Te miro, y me sonríes, dormida,
mis labios buscan los tuyos,
poco a poco te despierto,
y nos amamos en la alborada.

Nuestros cuerpos se buscan,
sedientos, y se encuentran,
entre las sábanas revueltas,
en los límites de la realidad…



viernes, 22 de febrero de 2019

98. LA LLAVE DE TU CORAZÓN

A veces me siento como un caballero andante
en pos de un dragón danzarín o de una princesa,
rebuscando en mil baúles de los recuerdos
la llave que abre las puertas de tu corazón.

A base de poemas, de libros, de cuentos,
con ciento y pico canciones y varias películas
me voy acercando al preciado objetivo,
venciendo las últimas defensas doloridas.

Si enamorarme de ti fue una sorpresa,
el paso del tiempo solamente ha fortalecido
mis más ocultos sentimientos e ideas,
arrastrándome por caminos desconocidos.

Nada hay más duro de vencer que el dolor
de quien tanto ha sufrido, pues no confía,
no se permite soñar con algo distinto,
con un mundo de dragones buenos.

Eres la reina de mis mundos de tinta,
la musa lejana pero tan necesaria,
la voz encapsulada en un mensaje,
la foto radiante en la pantalla del móvil.

Presente incluso en mis sueños más secretos,
a veces me despierto en mitad de la alborada,
justo en el momento en que nuestros labios
se unen, se confunden, en un largo beso.

Llevado por la imaginación, te escribo,
y cada poema es un testigo amoroso,
quizás la única forma de estar a tu lado,
de hacer que se esfumen distancia y tiempo.

Todo habría sido mucho más sencillo
de compartir ciudad y calles, río y cielo,
incluso la Alhambra te acabaría gustando
de tanto recorrerla de la mano conmigo.

Pero mientras tanto solo nos quedan
vidas separadas, pero los mismos sueños,
y momentos donde sobran las palabras,
y se deja hablar... a los versos...

97. EL SONIDO DE TUS LÁGRIMAS



A través de la oscuridad de la noche,
grabado en un mensaje de voz,
me llega el sonido de tus lágrimas,
las palabras entrecortadas
cuando intentas poder respirar.

Y te imagino llorando a solas,
en la oscuridad de tu habitación,
tumbada en la cama de noventa,
mientras suenan las campanadas
en el reloj del salón comedor.

Daría lo que fuera por estar
esta noche a tu lado, mi dama,
y poder abrazarte mientras lloras,
dejando que la camisa se empape,
al mismo tiempo que se va tu dolor.

A veces los gestos dicen más
que las selectas palabras de amor,
y con un simple abrazo nos basta
para reconstruir nuestro mundo
y encontrar respuestas secretas
en medio de la soledad.

Pero yo no puedo estar a tu lado,
una vez más, cuando me necesitas,
maldita distancia inclemente,
que sin embargo sirve de acicate
para escribirte poemas de amor…


miércoles, 20 de febrero de 2019

96. DOS CARAS DE LA MONEDA

Algunas veces pienso en mis otros amores,
en lo distinto que es todo esta vez,
cuando la fascinación surge de esta manera,
a través primero de mensajes de texto,
y luego de la magia de tu triste voz.

Más distinta no puedes ser
de la última mujer que amé, y que me destrozó,
que se llevó lo mejor de quince años,
una segunda familia, muchos recuerdos,
y que encima me cambió tanto,
que antes de poder conocerte
tuve que reconstruirme de cero.

Encontré refugio en las letras, y luego,
a su debido tiempo, a fuego lento,
te encontré a ti, mi bella dama silenciosa,
la dueña de mis versos, de mis pensamientos.

A través de la entrega de mis sentimientos,
volví a encontrar mi camino, mis sueños,
y a compartirlos si es posible contigo.

Hemos tejido una telaraña de recuerdos,
hecha de música, de libros, de películas,
que me hacen sentirte más cerca
cada vez que necesito tu aliento,
cuando me pesa demasiado tu ausencia.

Pero añoro tantísimo los viejos tiempos,
cuando me llamabas cada noche,
antes de cenar, desde tu casa,
y la comida se enfriaba sobre la mesa,
y mi familia se quejaba en vano,
y me preguntaba si tenía para mucho...

Eran llamadas de media hora, tres cuartos,
y lo planeaba todo en función de ellas,
robándole incluso horas al sueño,
por escuchar tu mágica voz,
cuando lo que menos importaba
eran las palabras, o los silencios,
sino el sentirte cerca de mí...

Ahora me alimento de mensajes de texto,
aplaudo cuando escucho tu voz,
y te llamo de vez en cuando, en vano,
para sentirte más cerca, a mi lado,
en el desierto de los nuevos tiempos...

95. UN EXTRAÑO BESO

Y siguen pasando los días
plagados de tus silencios,
esa ausencia llena de presagios,
esos dolores que van naciendo,
cuando ni lees los mensajes,
y olvido el sonido de tu voz;
y tus letras no llenan la pantalla;
y tan solo me queda el vacío.

Pero yo no me rindo, y lo sabes,
y sigo creando telarañas de versos,
para que cuando las leas sepas
hasta qué punto te quiero.

Me resulta un poco extraño
escribirte a través del tiempo,
cien poemas nada menos,
todo un libro para tus ojos.

Poemas que tendrás que leer
lentamente y a sorbitos,
porque en ellos te voy desvelando
todo lo que amo, sueño y pienso.

Y tú, en la distancia, en el silencio,
eres a la vez la musa inefable
y la mujer amada, la amiga,
que un buen día se lanzó
a intercambiar el primer saludo.

Aquí me tienes, años más tarde,
enamorado como un adolescente,
pero con las heridas del perro viejo,
escribiéndote versos de madrugada,
a la luz de las velas, y con incienso,
como si fuera el principio
de un libro de bellos cuentos...

Salvo que son versos los que nos unen,
y las palabras se elevan en el viento,
y te buscan en la distancia,
y te rodean mientras las lees,
reposando quizás el libro en tu pecho,
antes de llevártelo a los labios,
en un extraño y mágico beso...

domingo, 17 de febrero de 2019

94. EN LOS LÍMITES DE UN VERSO




Y te busco entre tus silencios,
el rastro de tu sonrisa
en las agujas del reloj,
El sabor de tus lágrimas
cuando lloras sobre la almohada
cuando nadie te ve.
Y te sigo la pista en el aire,
el leve rastro de tu perfume
me indica el camino.
De repente, tu risa,
desde la otra esquina
del mundo conocido.
Vivo por aquellos momentos
que tú ni siquiera valoras,
y que para mi son todo.
Incluso por el doble check
de tus mensajes de whatsap
se alegra mi tarde.
Y cuando escucho tu voz
en un pequeño mensaje
me siento poderoso.
Me enfrentaría incluso
a mil princesas guerreras
para salvar a un pobre dragón.
Vivimos separados pero juntos,
a la distancia de un susurro,
en los límites de un verso…


viernes, 8 de febrero de 2019

93. EN LA ENCRUCIJADA



Entre tus silencios y mis tristezas quedan pequeños caminos
que va llenando la soledad y labrando la indiferencia,
convirtiéndose en minúsculas barreras
que poco a poco nos van separando,
como una hormiga hacendosa en busca de su nuevo nido.

Y tú no te das cuenta de lo que pasa, das por hecho
mi amor incondicional, como si fuera eterno,
pero hasta el aire quiere correspondencia.

Y por eso me siento solo, y me quejo,
te mando mensajes que ignoras cortésmente
desde tu sagrada altivez, y me siento
como el cachorrito que pide mimos de su ama,
y no me gusta, mi hermosa dama.

Que necesito quererte es algo que tengo
a estas alturas, muy asumido, como tu cariño;
pero sin embargo, en ocasiones, necesito más,
una palabra amable, un beso al viento,
una lágrima quizás, el sonido de tu risa,
la caricia de tu voz al otro lado del teléfono…

Pequeñas acciones, diminutas muestras
de tu interés, de tu afecto, de tu amor,
porque algunas noches, como en esta,
la soledad se vuelve demasiado fuerte,
y las palabras nacen sin pensar,
y trazan pequeñas verdades incómodas
sobre el negro teclado…

Pequeños mensajes que piden socorro,
cuando el peso de la realidad es demasiado,
cuando la soledad oprime más que de costumbre,
y los pequeños castillos de palabras,
de papel y de tinta, empiezan a derrumbarse…



domingo, 3 de febrero de 2019

92. Y TE ENCIERRAS

Y te encierras en tus silencios,
y yo me empiezo a morir
un poquito, por dentro;
y las palabras nacen
en la punta de mis dedos,
y crean mensajes sobre el teclado,
buscando verdades falsas
o mentiras verdaderas,
otros mundos de tinta
en los que ser distinto,
no más guapo o más alto,
pero en todo caso,
más feliz a tu lado.

Y miro tu foto en el móvil,
esa nueva que tanto me gusta,
con tu crespa melena al viento,
el mar al fondo, ese increíble cielo,
y sonríes de perfil, a la vida,
y de alguna manera te siento,
más viva, más cerca, más feliz.

Quisiera ser yo quien te hizo
aquella tarde, la foto,
o el destino de tu sonrisa;
quisiera poder robarte ese beso,
con el que tanto sueño,
como víspera de un abrazo
de esos que pegan los cuerpos;
y poder mirar juntos al mar,
donde todo es posible,
donde nada es eterno...

Ni siquiera el amor...

viernes, 1 de febrero de 2019

91. TRES ABRAZOS, DOS SONRISAS, UN BESO

Tantas y tantas noches juntos, al filo del tiempo,
cuando la distancia se esfuma entre nosotros
y lo único que queda son dos corazones
latiendo al mismo tiempo, con un sueño,
con un ansia loca de estar juntos,
al margen del espacio y del tiempo,
y lo único que nos falta para estar vivos,
son tres abrazos, dos sonrisas y un beso.

Y con todo ello sueño cada noche,
al cerrar los ojos cuando la realidad
me pesa demasiado para seguir despierto,
buscando refugio a tu lado, en tu piel,
como si no hubiera un mañana, un destino,
nada al margen de las dulces fantasías
que vivo contigo al cerrar los ojos.

Porque todo lo que escribo es un simple,
aunque hermoso, espejismo de lo que pienso,
de todas aquellas cosas que me gustaría decirte,
pero que me faltan las palabras cuando hablamos
por teléfono al filo de la noche, y me callo,
y me dejo llevar por mil pequeñas historias,
rellenas de princesas malvadas y fieros dragones,
de caballeros andantes, ninfas, trasgos y faunos,
reinos en los que todo es posible entre nosotros,
incluso nuestro amor, del que poco hablamos.

Y pasan los días, se acumulan los poemas,
el límite de los cien parece realizable,
las páginas del libro van engordando,
y los sentimientos encuentran su cauce,
entre un "te quiero" y dos "te necesito",
entre "eres la luz de mi vida, por eso te amo"
y un "déjalo, que siga viviendo sus sueños",
porque los poetas somos los amantes perfectos,
ni siquiera nos hace falta que la musa exista...

90. A UN SUSPIRO DE TI

Esta noche, después de trabajar,
iré a un concierto, de tu cantante favorito,
para dejarme llevar por sus canciones,
y quien sabe si soñar que estás a mi lado.

Yo, con lo mal que lo paso entre el gentío,
visitaré al moderno bardo en su gruta,
rodeado de demasiadas personas,
casi todas mujeres, pobre de mí.

Y trataré de disfrutar con el acto,
sabiendo que tú harías lo mismo,
haciéndole frente al miedo a las masas,
y notando el dolor de tu ausencia.

Ya es la segunda vez en un año
que lo escucharé cantar, en directo,
me compré un par de discos, y su libro,
aquellos fueron regalos por tu cumpleaños.

Mientras daría lo que fuera
porque estuvieras conmigo,
pondré mi mejor cara de asustado,
e invocaré la antigua magia...

Esa misma que a la luz de la luna
aproxima a los amantes en la distancia,
calma las ansias de besos y abrazos,
y me acerca a un suspiro de ti...

139. LA SOMBRA DE SUS MANOS

Manos que sueñan, que acarician, que besan, observan, bailan, hechizan, flotan en el aire, prometen infinitos... Y ella, ella... No se da ni...