miércoles, 25 de enero de 2023

125. DESPIERTA

 Despierta, mi bien despierta,
que ya se amaneció, ya los pajaritos
cantan, la luna ya se metió...

Eso dice la canción, y es una gran verdad.
Deja atrás los malos momentos, las penas,
las decepciones y las tristezas.

No lo dudes, mi bella dama, puedes
y debes refugiarte entre mis brazos,
a sólo piel y músculo de mi corazón.

Deja que incluso en la distancia,
te encuentre, te busque, te consuele,
te adore, te sueñe, te ame, sin fin.

No tengas miedo, mi amor, que yo
estaré a tu lado, ahora y siempre,
y tú vivirás en mi mente, en mi alma.

Olvídate de la soledad, de la enfermedad,
de la vida con sus maldades, de la muerte,
y piensa solamente en nosotros, juntos por fin.

Déjame sentirte, tan cerca, tan lejos,
que cruzando el puente de sueños
nos olvidemos de todo, de la vida misma.

Y yo te prometo cuidarte, amarte, protegerte,
como un león a sus crías, como un lobo,
acechando entre las sombras de tu soledad.

No temas, mi dama, que la muerte es tan solo
una palabra, una mentira, y la vida, lo sabes,
siempre triunfa si estás a mi lado.

Porque en ti encuentro la fuerza para luchar,
tan solo un minuto más, y eso es mucho,
porque somos criaturas de presente perpetuo.

No te puedo hacer grandes promesas, 
soy más de hechos, y sueño contigo,
dormido y despierto, vivo y muerto.

Despierta, mi bella dama, déjame hundirme
en tus ojos de garza, pequeños como puñales,
y encontrar en ellos mi último destino...

139. LA SOMBRA DE SUS MANOS

Manos que sueñan, que acarician, que besan, observan, bailan, hechizan, flotan en el aire, prometen infinitos... Y ella, ella... No se da ni...