Y te busco, por los caminos secretos del alma,
aquellos que solo conocen los amantes furtivos,
por las noches me acerco a tu cama, y te acaricio,
mientras duermes. Pero crees que solo es el viento.
aquellos que solo conocen los amantes furtivos,
por las noches me acerco a tu cama, y te acaricio,
mientras duermes. Pero crees que solo es el viento.
Las cortinas se mueven, ligeras, reaccionan a mis dedos,
trazan curiosas formas en el aire de la noche,
buscándote, añorando tu presencia, tus besos, tu tacto,
y no soy más que un fantasma enamorado...
¡Si tú me hubieras amado, antes, cuando era posible!
¡Si te hubieras fijado en lo que nos unía, amor!
Si hubiera escuchado de tus labios un solo "te quiero",
y no ese "te necesito", que tanto daño me hizo...
En la distancia de la noche te busco, cuando todo ha terminado,
cuando la vida ha demostrado que tú tenías razón,
que el amor no mueve montañas, que la vida siempre gana,
que la muerte es eterna, que la distancia no importa...
Soy un simple fantasma que vive entre tus sueños,
y mientras me recuerdes, seguiré a tu lado, pendiente,
protegiéndote hasta de la vida misma, alejando,
persiguiendo, los malos sueños que te acompañan.
Pero ya no te acuerdas de mi cara, de mis sentimientos,
de que alguna vez te quise, te amé con la locura de lo imposible,
con esa fe que mueve montañas, la de los niños, la de los viejos,
y cuando tú me olvides, desapareceré, para siempre...
Pobre escritor enamorado de su musa, pobre ser humano,
dos vidas, dos ciudades, dos sueños, dos almas,
pero en el fondo, esa necesidad de darlo todo por amor,
de amar hasta la locura y más allá, de vivir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario