Mil tormentas de letras
se apoderan de mi alma,
se engarfian en mi garganta,
aguardando el momento preciso
para rebelarse a plena luz...
Palabras sentidas y no expresadas,
sentimientos dulces y convulsos,
revelaciones constantemente aplazadas,
una vez más me encuentro
en el límite amor amistad...
Poco importa hablar o callar,
pues de ambas formas pierdo,
la confianza en el amigo lucha
contra los nuevos sentimientos
recién atisbados en mí...
Y las palabras nacen y mueren
al otro lado de la pantalla,
y llega el silencioso dolor
por la confianza traicionada,
por los sentimientos malditos...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
domingo, 1 de febrero de 2015
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