lunes, 30 de mayo de 2022

114. Y SIN EMBARGO...

 Hoy comencé la mañana
con el sonido de tu voz,
un mensaje en el móvil,
y un beso lanzado al aire.

Viento en popa a toda vela,
mi corazón viaja hacia ti,
para perderse en tu sonrisa
y engarfiarse en tu melena.

Nada queda, en el fondo,
de los malos momentos,
de las desilusiones pasajeras,
y de las tristezas de la ausencia.

Porque me basta con muy poco
para recobrar fuerzas y entereza,
más quisiera, más soñara,
pero interviene tiempo y distancia.

Sueño contigo al despertar,
me persigues en la vigilia,
y tan poco te pido, ni siquiera
la sombra de un esquivo beso.

Tan lejos, como en otro cuento,
a veces, fría cual princesa de hielo,
otras, caprichosa cual niña pequeña,
y, sin embargo... te quiero...

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