Érase una vez un escritor
que se había quedado sin palabras...
Érase una musa inquieta,
que tenía una historia de amor
que podía y debía ser contada...
"¿Y si trabajamos juntos?"
pensó el escritor sin ideas...
"¿Y si te enamoras de mi?"
contestó la musa enamorada...
Y el escritor y la musa trabajaron,
día a día, mes a mes,
desde el ocaso hasta el alba...
Y la historia fue tomando cuerpo,
creciendo página tras página,
letra a letra, con sentimientos,
impresiones, sueños, decepciones...
Y el escritor se enamoró de la musa...
Y la musa se enamoró del escritor...
Y juntos vivieron una nueva historia
que también merecía ser contada...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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