CINCO

Es una locura, lo sé, un desatino...
pero no puedo evitar sentir lo que siento...
Amistades precarias y fronterizas,
en las que sigo siendo un experto...

Mas poco se puede hacer, me temo,
cuando un corazón despierta...
y empieza a latir desacompasado...
y se desatan los sentimientos...

Amorcito amistoso que empieza
tan lentamente que apenas si se nota,
matices que se difuminan en la noche,
arrastrados por el sonido de tu voz...

Esa ilusión de encender el móvil,
esperando un mensaje esquivo,
y mirar tu foto de perfil, esos labios,
esa sonrisa que me vuelven loco...

Y pasar el día entero ensoñado,
deseando que llegue al fin la noche,
para en el limbo entre dos días
escuchar de nuevo tu voz...

Pues con la oscuridad desaparecen
a la vez tiempo y distancia,
arrasados por tus silencios y palabras,
y me siento cercano a ti...

Y vivo pues esperando la noche,
para reunirme contigo en el limbo,
en aquél lugar misterioso
donde todo es posible...

En el silencio de la noche te sueño,
imagino nuestros callados besos,
mientras nuestras manos se juntan
y emprendemos un extraño paseo...

Amores amistosos, tan fronterizos,
que cuesta distinguir los limites,
pero gracias a los cuales voy viviendo,
y me voy ilusionando cada día...

CUATRO

Esas pequeñas cosas que me hacen soñar...

El olor de tu melena después de la ducha,
el tacto de tu cuerpo bajo mis manos,
la esponja recorriendo tu nívea espalda,
el agua resbalando por tu cuello de garza...

Esos deseos locos que tengo de besarte,
de cuidarte, de arroparte entre los brazos,
de estrecharte fuerte contra mi pecho,
mientras decides si vence risa o llanto...

Los recuerdos imposibles de un viaje anulado,
la Sierra Nevada en la lejanía de tus ojos,
esa mirada cómplice, casi enamorada,
que se pierde en la profundidad de mis pupilas...

Abrazarte, despacito, por la espalda, y notar...
cómo tu cuerpo se va amoldando al mío,
buscando quizás un refugio frente al mundo,
corazón con corazón, alma con alma...

La extraña sensación de estar juntos cada noche,
los dos bajo la misma luna, idénticas estrellas,
mientras lentamente, con las palabras, llega la magia,
y las voces unen lo que los cuerpos separan...

Escucharte cada noche en la madrugada,
y pensar en ti, mi ninfa soñada y descarada,
recordando cada risa, pero también cada llanto,
cuando solo mis palabras te hacían respirar...

Tanto tiempo juntos, mas a la vez, tan poco,
porque nada me parece suficiente si estás lejos,
y daría lo que fuera por desaparecerme aquí
y materializarme de repente a tu lado...

Amigos por encima de todo, sí... pero...
¿Y si la amistad se nos queda pequeña?
¿Qué otros caminos podemos recorrer juntos?
Tal vez solo un rastro de palabras...

TRES

Y me voy arrastrando entre silencios,
llenando de tus risas el eco del tiempo,
escuchando el recuerdo de tus lágrimas,
y las palabras que nunca abandonaron tu boca...

Silencios que se llenan de sentimientos,
preñados de incierta ausencia, pero...
pero a la vez, cargados de ternura,
de sueños, de vagas promesas de amistad...

Y recuerdo cada letra de sus palabras,
cada mínimo detalle olvidado,
incluso el nimio motivo del adiós,
del comienzo de la inclemente condena...

El paso del tiempo no atempera nada,
es falso que el olvido llegue de la ausencia,
pues incluso ausente, la busco, la ansío,
la imagino presa en un marasmo de versos...

Lentamente se va quemando el incienso,
marcando humeante el paso del tiempo,
y su rastro me persigue desde el ayer,
anegando mi presente en el mañana...

Dejar pasar los días, las horas, los minutos,
hasta que el tiempo borre las huellas,
para que se olvide la causa de la disputa,
puesto que no alcanzan las palabras...

Esas manos, ese cuello, esos ojos, esa mirada,
esa melena rebelde y alborotada, libre,
esos labios que he besado en sueños,
ese corazón que ha latido entre mis manos...

Furtivos versos, es todo lo que me queda,
el lamento del paria fuera del paraíso,
el llanto del ciego por no ver sus ojos,
la pena del sordo privado de su voz...

Palabras, solo palabras, el arma del poeta,
fieles cómplices de mil amores y desamores,
ùnico rastro de mi completa tristeza, mas...
a la vez, zarcillos engarfiados en el tiempo...

DOS

De repente, me quedé huérfano de sonrisas...
llegaron y se instalaron los malditos silencios,
y esa amistad, tan sólida y brillante, se esfumó...
La ví tambalearse, como a una mendiga borracha,
calle abajo, al son de Chavela Vargas...

Atrás quedaron los buenos momentos, las risas,
las conversaciones cómplices, dobles y triples,
los inequívocos equívocos que me traicionaban,
las palabras inexpresadas, o no repetidas,
pero de todas formas igual de sentidas...

Y sí, me quedé de nuevo solo, eso parece,
tan solo queda el recuerdo de lo que pudo ser,
de lo que no fue, de lo que soñé, lo que viví...
Palabras y voces se las lleva el viento, pero...
¿qué pasa con los sentimientos inexpresados?

Soy experto en complicarme la existencia,
en relaciones fronterizas, en medios sueños,
en medias verdades, en esperanzas vanas...
Pero sigo corriendo, entre dos amores,
ilusionándome por sueños imposibles...

Supongo que está en mi naturaleza dual,
como buen gèminis siempre me planteo retos,
aunque muchas veces consistan solamente
en seguir ilusionándome un día más,
un minuto, una hora, un parpadeo...

Sigo buscando y encontrando rastros y huellas
de ese momento tantas veces soñado,
de ese instante etéreo e infinito de pura felicidad,
gracias al cual sigo respirando, viviendo, luchando,
que me da fuerzas para levantarme cada mañana...

Creí encontrar la felicidad entre sus sueños,
dejándome llevar por los zarcillos de su melena,
por esos ojos pequeños como dos puñaladas,
pero tan llenos de vida y sentimientos,
de tristezas sonoras y callados secretos...

El tiempo, la vida, la mala suerte o la fatalidad
nos han acabado separando de nuevo,
cuando apenas nuestros caminos se habían encontrado,
entre las hilachas caprichosas de la vida,
llevados por la adversa y traicionera fortuna...

Donde unos ven un adiós, yo vislumbro un hasta luego,
no es un final del camino, sino un desvío,
un incierto punto intermedio, un limbo de posibilidades,
un marasmo de pensamientos y sentimientos,
y quien sabe si hasta un hipotético nuevo comienzo...

OTRA VEZ...

Mil tormentas de letras
se apoderan de mi alma,
se engarfian en mi garganta,
aguardando el momento preciso
para rebelarse a plena luz...

Palabras sentidas y no expresadas,
sentimientos dulces y convulsos,
revelaciones constantemente aplazadas,
una vez más me encuentro
en el límite amor amistad...

Poco importa hablar o callar,
pues de ambas formas pierdo,
la confianza en el amigo lucha
contra los nuevos sentimientos
recién atisbados en mí...

Y las palabras nacen y mueren
al otro lado de la pantalla,
y llega el silencioso dolor
por la confianza traicionada,
por los sentimientos malditos...

UNO

Son tus ojos
quienes me guían
por la vida
en mis andanzas...

Son tus labios
puerto seguro
al que anhelo
tanto regresar...

Es tu melena
la telaraña
donde viven
todos mis sueños...

Son tus manos
fábrica de caricias
que me llenan
de fuerza y vida...

Son tus pechos
de ninfa descarada
que me muero
por besar...

Es tu espalda
que en la ducha
me moriría
por enjabonar..

Es todo tu cuerpo
quien me llama
para dejarse
besar y acariciar...

Es tu alma
la que me busca
en la profunda
oscuridad...

Y es mi alma
quien te responde
a pesar
de la distancia...

Y ya nunca
amada mía
habrá más
triste soledad...