A pesar de mil y un silencios,
de las charlas que no tuvimos,
de los abrazos sin robar al viento,
continúa el pequeño gran juego,
done todo es posible entre nosotros,
incluso la esperanza de un hoy,
de un presente incompleto,
en el que estamos juntos.
Y voy lanzando mis besos al aire,
mensajeros de mañanas dispersos,
pequeños testigos de amores
donde ya no se distingue
quién ama y quién es amado,
porque tampoco está nada claro
el límite de almas y cuerpos,
ni dónde empiezan tus labios.
Sueños, lo único que tenemos,
lo que nos separa y nos une,
los presentes poco satisfechos,
los mañanas inexistentes,
cuando no existe el tiempo,
únicamente la distancia,
dos ciudades, dos silencios,
y el dolor de las ausencias.
Seguimos navegando entre susurros,
cuando las palabras ya no sirven,
las esperanzas se quedan cortas,
las caricias se resisten a nacer,
los labios no acarician tu piel,
los abrazos naufragan solitarios,
y mi alma clama en el desierto,
por estar tan lejos de tu mirada...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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