En el tiempo, el silencio y la distancia,
escucho tu dulce voz, y me hablas…
Yo digo que sí, tu respondes que no,
que es posible es mi respuesta,
que no se puede, afirmas tu…
Y en el fondo, los dos sufrimos…
Porque hablamos de nuestro amor…
Dos lugares, dos ciudades, tan distintas,
tan distantes como separadas por el mar,
dos ambientes, dos familias, otros amigos,
cosas que nos unen, otras nos separan,
mas lo importante es lo que sentimos,
lo que anhelamos, deseamos y soñamos,
princesa, tú y yo… El resto sobra…
Mataría por estar a tu lado, amor,
por abrazarte, besarte, hacerte reír,
y demostrarte que todo es posible
entre los dos, pues hay amor…
Pero escucho tus palabras, sabes…
Una vez más, eres la voz de la razón,
mientras que yo defiendo al corazón.
Estamos en las manos del Destino,
pero yo estoy dispuesto a luchar,
a ganar o perder, por los dos…
Para conseguir que tiempo y espacio
se esfumen, y solo quede el presente,
y poder verlo en el fondo de tus ojos,
y que nada exista fuera de nuestros brazos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario