viernes, 1 de febrero de 2019

91. TRES ABRAZOS, DOS SONRISAS, UN BESO

Tantas y tantas noches juntos, al filo del tiempo,
cuando la distancia se esfuma entre nosotros
y lo único que queda son dos corazones
latiendo al mismo tiempo, con un sueño,
con un ansia loca de estar juntos,
al margen del espacio y del tiempo,
y lo único que nos falta para estar vivos,
son tres abrazos, dos sonrisas y un beso.

Y con todo ello sueño cada noche,
al cerrar los ojos cuando la realidad
me pesa demasiado para seguir despierto,
buscando refugio a tu lado, en tu piel,
como si no hubiera un mañana, un destino,
nada al margen de las dulces fantasías
que vivo contigo al cerrar los ojos.

Porque todo lo que escribo es un simple,
aunque hermoso, espejismo de lo que pienso,
de todas aquellas cosas que me gustaría decirte,
pero que me faltan las palabras cuando hablamos
por teléfono al filo de la noche, y me callo,
y me dejo llevar por mil pequeñas historias,
rellenas de princesas malvadas y fieros dragones,
de caballeros andantes, ninfas, trasgos y faunos,
reinos en los que todo es posible entre nosotros,
incluso nuestro amor, del que poco hablamos.

Y pasan los días, se acumulan los poemas,
el límite de los cien parece realizable,
las páginas del libro van engordando,
y los sentimientos encuentran su cauce,
entre un "te quiero" y dos "te necesito",
entre "eres la luz de mi vida, por eso te amo"
y un "déjalo, que siga viviendo sus sueños",
porque los poetas somos los amantes perfectos,
ni siquiera nos hace falta que la musa exista...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

140. UN REGRESO INESPERADO

Poemas que se elevan en el viento y alcanzan los cielos de madrugada. Palabras que surgen en la punta de los dedos, y encuentran su camino s...