sábado, 23 de febrero de 2019

99. EN LA MADRUGADA


En el silencio de la madrugada,
mis labios buscan tu cuello,
como una nave en puerto seguro,
como el cachorro en mitad del sueño.

Y tú te das la vuelta dormida,
y me quedo mirando tu cuerpo,
valles y sombras bajo las sábanas,
campo de batalla sagrado y secreto.

Así, en reposo, pareces feliz,
lejos de la vida y sus misterios,
en un lugar donde el dolor no existe,
ni tampoco distancia ni tiempo.

Tantos años juntos pero separados,
tanto tiempo soñando contigo,
y al final compartimos lecho,
y te siento a mi lado en el sueño.

Sueños, en el fondo, todo lo que tengo,
me cuesta distinguir la realidad,
pero estando por fin a tu lado,
el mundo cabe entre mis brazos.

Te miro, y me sonríes, dormida,
mis labios buscan los tuyos,
poco a poco te despierto,
y nos amamos en la alborada.

Nuestros cuerpos se buscan,
sedientos, y se encuentran,
entre las sábanas revueltas,
en los límites de la realidad…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

140. UN REGRESO INESPERADO

Poemas que se elevan en el viento y alcanzan los cielos de madrugada. Palabras que surgen en la punta de los dedos, y encuentran su camino s...