"No tengas miedo", te dije, cogiendo tu mano...
"¿Me amas?", fue tu respuesta, y yo te dije "Sí..."
mientras dábamos, juntos, el último paso...
Mas en aquellos breves momentos, pensaba...
Pensaba demasiadas cosas para decirlas todas,
el tiempo se escapaba de nuestros dedos, rápido,
y el viento jugaba con tu larga melena negra...
enroscándola en la suave curva de tu blanco cuello...
Y yo te miraba, instantes fugaces de belleza total,
la hermosura irreal de tus ojos verdeazulados,
la tersura de tus mejillas, sonrosadas por el sol...
y tus cárdenos labios, que jamás volvería a besar...
Eran ya muy pocos los momentos que faltaban,
para llegar al final de nuestro tortuoso viaje,
nuestras ropas blancas enroscándose al sol,
y el zumbido de mil recuerdos en los oídos...
Nadie nos vio caer, hacia la libertad, amor...
nos hundimos, el mar reclamó nuestros cuerpos,
se llevó nuestras vidas, y solo dejamos atrás,
el coche alquilado, y dos rosas azules...
No hubo hermosas palabras ni besos al viento,
solo tu mano en la mía, y tu nombre en el alma,
porque de amor también se muere, al final,
y el primer vuelo nos lleva a la eternidad...
"¿Me amas?", fue tu respuesta, y yo te dije "Sí..."
mientras dábamos, juntos, el último paso...
Mas en aquellos breves momentos, pensaba...
Pensaba demasiadas cosas para decirlas todas,
el tiempo se escapaba de nuestros dedos, rápido,
y el viento jugaba con tu larga melena negra...
enroscándola en la suave curva de tu blanco cuello...
Y yo te miraba, instantes fugaces de belleza total,
la hermosura irreal de tus ojos verdeazulados,
la tersura de tus mejillas, sonrosadas por el sol...
y tus cárdenos labios, que jamás volvería a besar...
Eran ya muy pocos los momentos que faltaban,
para llegar al final de nuestro tortuoso viaje,
nuestras ropas blancas enroscándose al sol,
y el zumbido de mil recuerdos en los oídos...
Nadie nos vio caer, hacia la libertad, amor...
nos hundimos, el mar reclamó nuestros cuerpos,
se llevó nuestras vidas, y solo dejamos atrás,
el coche alquilado, y dos rosas azules...
No hubo hermosas palabras ni besos al viento,
solo tu mano en la mía, y tu nombre en el alma,
porque de amor también se muere, al final,
y el primer vuelo nos lleva a la eternidad...
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