martes, 30 de octubre de 2012

EL ÚLTIMO CANTO...

Algunas veces, las palabras mueren...
y ni siquiera salen de los labios... ni del corazón...
porque el viejo músculo se ha cansado de latir...
y tampoco puedes hacer otra cosa,
que sentir, con cada latido, el dolor...

El dolor de mil cosas para siempre calladas,
de miríadas de sentimientos moribundos...
y sobre todo, un extraño hastío vital...
y no quieres hacer nada... sentir...
el dolor como una garra de acero...

Son estados vitales pasajeros, sabes...
que llegan sin mucho motivo, y se quedan...
y te aprietan las costuras del alma...
miles de recuerdos imposibles...
de momentos nunca vividos...

Y sé que hay un presente luminoso,
en algún lugar, bajo el arco iris, se esconde...
tal vez la esperanza... o la tristeza... no sé...
pero hoy, la vieja garra de acero aprieta...
con ganas... y con saña... y duele tanto...

Las palabras, los versos, los sentimientos,
salen a trompicones de las simas del alma,
recorren mi cuerpo como la sangre malvada...
y solo, en la punta de los dedos, se domestican...
con el último canto del corazón herido...

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