Noche de fiesta sobre la ciudad dormida,
el sueño de libertad por fin se ha cumplido,
volar de tu mano en mitad de la nada...
almas sin cuerpos en pleno viaje astral...
el sueño de libertad por fin se ha cumplido,
volar de tu mano en mitad de la nada...
almas sin cuerpos en pleno viaje astral...
Al no poder compartir nuestros días,
prisioneros de mil convenciones bastardas,
buscamos refugio en tierra desconocida,
celebrando el estar juntos, alma mía...
Ruidos, suspiros, voces y pensamientos,
que nacen de tantos proyectos y sueños,
demasiados momentos no compartidos,
que nos separan más allá del éxodo eterno...
Alejarnos de todas las mentiras que nos acechan,
y buscarnos en los límites del mal y del tiempo,
que para los amantes, la vida son pocos momentos,
hijos de la necesidad y mil esquivos anhelos...
Convertidos en energía y deseos, nuestros cuerpos
se fusionan, se buscan, se encuentran, se hunden...
que las almas gemelas se conforman con menos,
amantes eternos por siempre anhelantes...
Compartir mil atardeceres en el Parque del Retiro,
pasear de la mano, abrazados, en busca del frío,
y para sentirnos vivos, sin pudor nos amamos...
y desaparecemos en tormenta de caricias y besos...
Quisiera pasear contigo por la playa desierta,
escuchando en las olas voces de vivos y muertos,
que cuentan tristes historias de amantes eternos...
Incluso las inquietas olas hablan de nosotros...
pasear de la mano, abrazados, en busca del frío,
y para sentirnos vivos, sin pudor nos amamos...
y desaparecemos en tormenta de caricias y besos...
Quisiera pasear contigo por la playa desierta,
escuchando en las olas voces de vivos y muertos,
que cuentan tristes historias de amantes eternos...
Incluso las inquietas olas hablan de nosotros...
Quisiera respirar los frescos olores de tu cuerpo,
y buscar en tu piel aquellos aromas secretos,
hijos de tormentas de besos en sábanas de raso,
y beber tu sudor en la cúpula de tus pechos...
Quisiera escribir sobre tu piel los versos del sueño,
y buscar el reflejo de la pasión en tus ojos negros,
perder y encontrar mil verdades en tus brazos,
y enredar la mirada en tus negrísimos cabellos...
Y recordar, que lejos de ti, la vida es muerte...
que sin tus besos, tus caricias, tus abrazos,
yo desaparezco, pues sin haberte conocido...
no habría descubierto lo mejor... de mí mismo...
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