Navegando por las brumas del olvido,
He vuelto a escuchar tu voz, tan dulce,
Pero al mismo tiempo, tan amarga,
Porque no me susurraba, al oído,
Tiernas palabras, pero no de amor, sino de amistad…
“Pero si yo te quiero mucho, como amigo…”
Y con esas simples palabras, destrozabas,
Sin saberlo, mi viejo y cansado corazón…
Amistad… ¿Y eso qué tiene que ver
Con mis sentimientos, con la llama que calcina,
Mi alma atormentada desde el interior?
Y tocan a muerto las campanas,
Por todas aquellas palabras dulces y hermosas
Que nunca te dije, y que no te diré ya…
Palabras moribundas que se lleva el viento…
Hoguera de sentimientos inexpresados…
Lamentos de mi alma cautiva…
Ansias de absoluto en el silencio de la noche…
Sueños febriles en los que alcanzo la libertad…
Noches en las que sueño que tengo tu amor…
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