No te digo mentiras, princesa...
salvo cuando te empeñas...
en que te diga que no te quiero...
cuando solo por ti vivo, amor...
Porque el mundo sin ti no es nada,
porque nada tiene sentido sin tu amor,
porque la vida existe tan solo,
cuando escucho tu voz...
Y te imagino en la distancia,
entre tu nido de mantas,
mientras yo te cuento
historias de triste amor...
Mientras escucho tu voz,
las palabras se encadenan
sobre el teclado, en densa
y lenta procesión...
Palabras preñadas de sentimientos,
sentimientos lindando en amor,
de mil cosas que no te digo,
porque las sabes en tu interior...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
lunes, 29 de octubre de 2012
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