En tus ojos veo dos puertas del alma,
demasiados sentimientos ignorados,
al menos, por ti, que rebullen, inquietos,
en las oquedades de mi corazón y mente...
Amar lo que nunca se ha tenido, añorar,
desear, atesorar cada minúsculo momento,
de una noche de verano, siempre eterna,
y el sonido de los tambores en primavera...
El viento remueve levemente tus cabellos,
mientras tú sigues las explosiones del cielo,
yo veo la eternidad en tus ojos negros,
y vendería otra vez mi alma, por un beso...
Una parte de mí se quedó varada,
prisionera de tu sonrisa, tu aliento,
la caricia de tus ojos, inmensos,
y el leve roce de tu piel sobre la mía...
Los sabores de siempre saben distintos,
la pizza, el vino "Lambrusco", muy frío,
escuchar tu risa, el sonido de tu voz,
los latidos de tu corazón, tus pensamientos...
¿No hablé, o dije demasiado, me respondiste?
Han pasado más de quince años desde entonces,
amiga mía, tiempo y espacio arrasaron todo,
y solo me quedan recuerdos imposibles...
Salvo en aquellas noches de luna llena, de feria,
con el olor del océano que nace de todas partes,
mil cosas que hoy podría volver a contarte,
y la marca de tu nombre grabada en mi cuerpo...
demasiados sentimientos ignorados,
al menos, por ti, que rebullen, inquietos,
en las oquedades de mi corazón y mente...
Amar lo que nunca se ha tenido, añorar,
desear, atesorar cada minúsculo momento,
de una noche de verano, siempre eterna,
y el sonido de los tambores en primavera...
El viento remueve levemente tus cabellos,
mientras tú sigues las explosiones del cielo,
yo veo la eternidad en tus ojos negros,
y vendería otra vez mi alma, por un beso...
Una parte de mí se quedó varada,
prisionera de tu sonrisa, tu aliento,
la caricia de tus ojos, inmensos,
y el leve roce de tu piel sobre la mía...
Los sabores de siempre saben distintos,
la pizza, el vino "Lambrusco", muy frío,
escuchar tu risa, el sonido de tu voz,
los latidos de tu corazón, tus pensamientos...
¿No hablé, o dije demasiado, me respondiste?
Han pasado más de quince años desde entonces,
amiga mía, tiempo y espacio arrasaron todo,
y solo me quedan recuerdos imposibles...
Salvo en aquellas noches de luna llena, de feria,
con el olor del océano que nace de todas partes,
mil cosas que hoy podría volver a contarte,
y la marca de tu nombre grabada en mi cuerpo...
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