No quiero soñar con un mañana mejor,
no necesito pensar en la felicidad o el amor,
no quiero más besos amargos y vacíos,
ni que me acaricies las manos, la cara...
No quiero darle mil y una vueltas
a lo que hicimos o dejamos de hacer,
buscando en la memoria el lugar
donde nuestros caminos murieron...
No quiero sentirme solo a tu lado,
cuando mi corazón deja de latir,
no soporto mil silencios esquivos,
ni el peso de la culpa en la conciencia...
No quiero que me hagas sentir nada,
solo necesito que me dejes tranquila,
no quiero ya seguir siendo tu musa,
porque no puedo competir con ella...
Musa enamorada, es cierto, del poeta,
pero no musa imbécil ni promiscua,
que ya no engañas a nadie... amor...
con tormentas y ríos de tinta negra...
Quiero que sueñes otra vez conmigo,
que tus palabras recorran mi cuerpo,
estremecerme, de placer, amarte,
enroscar zarcillos de niebla en tu nuca...
Quiero ser tu realidad y tu sueño,
tu alfa y tu omega, tu compañera,
y que me dejes contarte mil historias,
dragones buenos, y princesas lelas...
Quiero poder refugiarme en tus ojos,
hacerme un ovillo en tu corazón,
besarte desde las corrientes de aire,
y soñarte, cada mañana, al despertar...
Quisiera volverme de carne y sangre,
para mimarte y cuidarte y besarte,
para envejecer a tu lado, y vivir,
entre tus brazos, el amor verdadero...
Déjame soñarte, y amarte, y besarte...
déjame ser tu fiel amiga y compañera...
que en mi regazo siempre encontrarás,
el final de tan larga y amarga espera...
no necesito pensar en la felicidad o el amor,
no quiero más besos amargos y vacíos,
ni que me acaricies las manos, la cara...
No quiero darle mil y una vueltas
a lo que hicimos o dejamos de hacer,
buscando en la memoria el lugar
donde nuestros caminos murieron...
No quiero sentirme solo a tu lado,
cuando mi corazón deja de latir,
no soporto mil silencios esquivos,
ni el peso de la culpa en la conciencia...
No quiero que me hagas sentir nada,
solo necesito que me dejes tranquila,
no quiero ya seguir siendo tu musa,
porque no puedo competir con ella...
Musa enamorada, es cierto, del poeta,
pero no musa imbécil ni promiscua,
que ya no engañas a nadie... amor...
con tormentas y ríos de tinta negra...
Quiero que sueñes otra vez conmigo,
que tus palabras recorran mi cuerpo,
estremecerme, de placer, amarte,
enroscar zarcillos de niebla en tu nuca...
Quiero ser tu realidad y tu sueño,
tu alfa y tu omega, tu compañera,
y que me dejes contarte mil historias,
dragones buenos, y princesas lelas...
Quiero poder refugiarme en tus ojos,
hacerme un ovillo en tu corazón,
besarte desde las corrientes de aire,
y soñarte, cada mañana, al despertar...
Quisiera volverme de carne y sangre,
para mimarte y cuidarte y besarte,
para envejecer a tu lado, y vivir,
entre tus brazos, el amor verdadero...
Déjame soñarte, y amarte, y besarte...
déjame ser tu fiel amiga y compañera...
que en mi regazo siempre encontrarás,
el final de tan larga y amarga espera...
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