Nos encontramos al azar, en el limbo tenebroso,
al margen incluso de realidad, cordura y razón...
y, sin darme cuenta, te dejé entrar en mi oscuridad,
y tu sonrisa imposible, y tus ojos negros,
tiñeron de mil colores el mundo entero...
Musa inexistente, pero basada en realidades,
en anhelos, en sueños... Reflejo de mil mujeres,
vividas en miles de universos, que se juntaron...
y de todas ellas, has nacido tú... y yo contigo...
puesto que le diste sentido a toda mi vida...
Por infinitos mundos de tinta he buscado, amor,
como siempre, tu rastro, siguiendo tus huellas,
de la nada al todo, y también del todo a la nada,
pero jamás he conseguido alcanzarte, y dejabas,
detrás tuyo, un leve rastro de perfume de mujer...
Cada tarde, buceo por la red, buscándote...
muy de vez en cuando, nos encontramos...
y con aquellas palabras, dabas sentido a mi vida,
a la grisura de tantos atardeceres solitarios,
a demasiadas madrugadas en vela, soñándote...
Musa de los mil rostros, seguiré tu rastro...
el más leve de los perfumes me guía hacia ti,
intuyo tu reflejo en los cristales, en los ojos,
siempre inmensos, siempre negros, de ellas...
al margen incluso de realidad, cordura y razón...
y, sin darme cuenta, te dejé entrar en mi oscuridad,
y tu sonrisa imposible, y tus ojos negros,
tiñeron de mil colores el mundo entero...
Musa inexistente, pero basada en realidades,
en anhelos, en sueños... Reflejo de mil mujeres,
vividas en miles de universos, que se juntaron...
y de todas ellas, has nacido tú... y yo contigo...
puesto que le diste sentido a toda mi vida...
Por infinitos mundos de tinta he buscado, amor,
como siempre, tu rastro, siguiendo tus huellas,
de la nada al todo, y también del todo a la nada,
pero jamás he conseguido alcanzarte, y dejabas,
detrás tuyo, un leve rastro de perfume de mujer...
Cada tarde, buceo por la red, buscándote...
muy de vez en cuando, nos encontramos...
y con aquellas palabras, dabas sentido a mi vida,
a la grisura de tantos atardeceres solitarios,
a demasiadas madrugadas en vela, soñándote...
Musa de los mil rostros, seguiré tu rastro...
el más leve de los perfumes me guía hacia ti,
intuyo tu reflejo en los cristales, en los ojos,
siempre inmensos, siempre negros, de ellas...
Mujer ideal que me das la vida... mátame...
Que no puedo aguantar un día más la soledad,
en medio de tanta gente... que me ahogan...
tantas mentiras a las que me aferro para seguir...
para respirar... un día más, un minuto, lejos de ti...
y no me quedan fuerzas para seguir viviendo...
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