lunes, 18 de junio de 2012

LA CANCIÓN DE LA SAL...

Si de verdad quieres encontrarme,
búscame junto al mar,
en una playa casi desierta,
de blanca y limpia arena,
de cálidas aguas de cristal...

Búscame en los extremos
del eterno día, en el alba,
en el ocaso, el resto, para tí,
no me gustan las masas,
ni los cuerpos tendidos...

No debes llevar nada inútil,
bañador o bikini, tú eliges,
unas sandalias para la tierra,
la toalla la puedes dejar lista,
pero no la necesitarás, lo sé...

Encontrarme será fácil, verás,
camina hasta el borde del agua,
y sigue andando, sintiendo,
la tibieza de agua y arena y sal,
en la playa desierta me verás...

Caminando desde el límite
de las dos aguas, iré hacia tí,
tomaré tu mano, y te besaré,
dos veces, en tus suaves mejillas,
la rosa en tu oreja es la señal...

Y en mis ojos leerás tu historia,
yo en los tuyos leeré la mía...
y todo el resto, estará de más...
y pasearemos de la mano, tranquilos,
escuchando, oliendo y sintiendo el mar...

Acompáñame, pues, en la aventura,
de explorar nuestros mundos del yo,
de intercambiar alegrías y penas,
de aprender a escuchar y hablar,
avanzando hacia el "nosotros"...

De los dos dependerá que sea
un hoy, un ahora, o un mañana...
en el fondo, qué más da, ¿verdad?
Y nacerán palabras y sentimientos,
y olvidaremos todo en la canción de la sal...

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