Palabras rotas, muertas, agotadas,
son todas aquellas que no llegan
de mis labios a tus oídos...
de corazón a corazón...
de alma a alma...
Son palabras absurdas,
que no sirven para nada,
al no transmitir ni mentiras,
ni verdades, ni sueños...
ni siquiera desilusiones...
Cada día que dejamos pasar,
hay más palabras yertas, ateridas,
llenando el espacio, tan grande,
entre nosotros...
¿Puedes verlas?
Alfombran mil silencios
con sus pequeños estertores,
alzando sus pequeños brazos,
intentando que las pronuncies...
¿Las oyes tu también?
Me persiguen en los sueños,
los pequeños mensajeros,
que tantas cosas susurraban
en nuestros oídos, poniendo
la voz del otro en nuestra mente...
Las palabras, la voz, los recuerdos,
el todo que viajaba en el expreso,
demasiado rápido para ser controlado,
se han convertido en un simple recuerdo,
pues han llegado los silencios... del alma...
son todas aquellas que no llegan
de mis labios a tus oídos...
de corazón a corazón...
de alma a alma...
Son palabras absurdas,
que no sirven para nada,
al no transmitir ni mentiras,
ni verdades, ni sueños...
ni siquiera desilusiones...
Cada día que dejamos pasar,
hay más palabras yertas, ateridas,
llenando el espacio, tan grande,
entre nosotros...
¿Puedes verlas?
Alfombran mil silencios
con sus pequeños estertores,
alzando sus pequeños brazos,
intentando que las pronuncies...
¿Las oyes tu también?
Me persiguen en los sueños,
los pequeños mensajeros,
que tantas cosas susurraban
en nuestros oídos, poniendo
la voz del otro en nuestra mente...
Las palabras, la voz, los recuerdos,
el todo que viajaba en el expreso,
demasiado rápido para ser controlado,
se han convertido en un simple recuerdo,
pues han llegado los silencios... del alma...
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