lunes, 18 de junio de 2012

PALABRAS MUERTAS

Ser valiente por última vez...

Ser sincero, para variar el guión,
y confesarte mis sentimientos...

Cae la última hoja del otoño,
y con ella se termina algo más,
nuestro amor y nuestra vida...

Demasiados inviernos gélidos,
con las corrientes de aire
que emanan de nuestras bocas,
convertidas en palabras muertas...

Demasiados silencios en los labios,
con verdades que pugnan por salir,
y mentiras que anidan en el alma,
los corazones ya no laten a la par,
sino cada uno, con su ritmo lento...

No más falsa pasión, dicen...
se terminaron las imposturas,
las falsedades, los miedos,
sobre todo, a la maldita soledad,
que tanto hechiza mis pesadillas,
convirtiéndolas en absurdos sueños...

Terminan pues las buenas palabras,
triunfan las malas obras, el egoísmo,
las acusaciones en furibundo silencio,
porque ya no puedo más, de verdad,
estoy harto, cansado, vacío, muerto...

Seguir más tiempo, sin que nada cambie,
salvo a peor, es un criminal suicidio.
el de la esperanza en un mañana mejor,
y ya no puedo engañarme más tiempo...

Alienarme con el trabajo ya no funciona,
nada me puede sacar del marasmo,
de la rutina de la tristeza y del tedio...

Por eso, prefiero marcharme, igual que vine,
con el viento en pleno invierno...

Solo te digo una cosa, mi amor: adiós...

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