La otra noche soñé que te besaba
en tus frescos y rojos labios,
y que mis besos después bajaban
por tu nívea garganta, por tu cuello...
Y que mis manos por fin eran libres
de atraerte entre mis brazos amantes,
que tu cuerpo se pegaba al mío
como si nuestras almas comulgasen...
El calor de nuestros cuerpos se propaga
y empieza a sobrarnos la ropa,
prenda a prenda se acumulan
pantalones y jerseys sobre la silla.
Tan solo un par de prendas nos quedan,
como débil y última barrera al pudor,
pero nuestras manos febriles las arrancan
con la facilidad que tiene todo en el sueño...
Nuevo abrazo, torpe y desmañado,
piel contra piel, alma con alma, por fin,
y nuestros cuerpos se funden entre sábanas,
con la vieja magia de otros tiempos...
La otra noche fuimos libres de amarnos
como si no hubiera un hoy o un mañana,
solo una pareja entre las sábanas
en la vieja danza del universo...
¡Lástima que fue solamente un sueño!
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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