La vida entera cabe
entre dos suspiros de amor,
cuando sobran las palabras
y pasamos a los besos;
pero antes vienen los versos,
y después los labios,
y la punta de mis dedos
recorriendo tu cuerpo,
desde tu encrespada melena
hasta la punta de tus dedos,
pasando por el valle
entre tus senos...
Besos, versos, labios y dedos,
todo mezclado, piel contra piel,
con la urgencia del tiempo
que se acaba lentamente,
del encuentro furtivo,
de las sábanas enroscadas
como serpientes a tu cuerpo,
de la cama deshecha
como un campo de batalla,
en el cual combatimos
hasta el último aliento,
hasta el primer suspiro...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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