martes, 15 de enero de 2019

72. POR LOS CAMINOS DE TU PIEL

Por los caminos de tu piel
voy trazando arabescos
con la punta de mis dedos,
con mis labios asustados
como un ciego leería en ti
el más bello de los textos.

Historias de amores imposibles,
de princesas malas y vanas,
de dragones nobles y buenos;
de esas que tanto te gusta
escuchar junto a la chimenea
en las largas noches de invierno.

Dedos desnudos sobre piel virgen,
arrastrando mil recuerdos,
de tiempos lejanos y difíciles,
de tremendas soledades mudas,
de noches de llanto entre sábanas,
de gritar la soledad contra la almohada.

Dicen que todo tiempo pasado
fue mejor que el presente,
pero yo, desde el fondo del corazón,
con la experiencia de perro viejo,
afirmo todo lo contrario: nada,
me compensaría tu ausencia.

Dos barcos que se cruzan en la noche,
dos solitarios vagando sin rumbo,
dos mundos que se chocan salvajes,
y de ellos nace un todo nuevo;
dos océanos enamorados del cielo,
que derrama sobre ellos sus lágrimas.

Como nuestras pieles que hablan
con el más mínimo roce,
con el fuego de los silencios,
y la mentira de las palabras,
cuando dejamos hablar a los besos...
y entonces, todo desaparece...

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