Cuando la realidad te persigue
con mil y un problemas diversos
solamente puedes refugiarte
en el terreno de los sueños,
puesto que allí, todo es posible,
desde los grandes y dulces amores
hasta los deseos más pequeños.
El tiempo y la distancia dejan de
existir
en el eterno presente de los amantes,
y solamente cuenta el aquí y el
ahora,
la sinfonía anhelante de los besos,
el tacto febril en la punta de los
dedos,
las caricias piel contra piel en todo
el cuerpo,
la exploración de la persona amada,
el descubrimiento de lugares
secretos.
Quisiera poder amarte de esa manera,
como si no hubiera un mañana,
igual que los pájaros se buscan en
primavera,
o como resisten las flores en el
invierno,
con la certeza del momento presente,
sin olvidarnos del paso del tiempo,
disfrutando plenamente del dulzor
de los últimos frutos del otoño…
Ven, acércate a mi lado, hermosa
dama,
disfrutemos del aquí y del ahora
antes de que llegue el invierno…
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