miércoles, 2 de enero de 2019

CUARENTA Y OCHO

¡Qué solos se quedan los versos
cuando cierras las ventanas
en el corazón del invierno!

¡Qué pena me dan los labios
que no se cubren de besos
y se queman por el viento!

Labios y versos, palabras y plumas,
sueños resecos, mil y una historias,
convertidas en poemas dolientes.

Lanzo mis redes en mares revueltos,
buscando atrapar tu corazón,
y meterme escondido en tus sueños.

Ya te acompañé en las pesadillas,
vendrán los buenos momentos contigo,
y no quiero, mi dama, perderlos...

Y sigo luchando contra molinos de viento,
contra gigantes y cabezudos, contra todo
y contra todos, incluso contra ti...

Y lentamente, verso a verso,
voy vertiendo palabras en tu corazón,
como el ratoncito valiente de los cuentos...

Construyendo un castillo en el aire,
donde refugiarnos en los malos tiempos,
cuando la realidad nos alcance...

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