En la hora de los besos, de las risas,
de las caricias, de la ternura,
quiero estar a tu lado,
entre tus brazos,
porque ya fuimos uno
en la hora de las lágrimas,
del rechinar de dientes,
de la tristeza desesperada.
Demasiadas cosas hemos vivido
en el otro lado de la luna,
en los dominios de la soledad,
en la cruel distancia
como para merecernos ahora
dormir a la luz del sol.
Dame del cielo las estrellas,
de la mar el sonido,
del fuego el crepitar,
del viento sus caricias,
y yo crearé para nosotros
un universo alternativo,
en el cual seremos
felices y libres al fin.
Donde ya no habrá soledad,
ni el frío de la alborada,
solo el calor de nuestros cuerpos
entre sábanas arrugadas,
y tu melena salvaje y rojiza
creando sombras sobre la almohada,
y mis labios buscando los tuyos,
dos amantes unidos por fin,
al filo de la madrugada.
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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