miércoles, 9 de enero de 2019

CINCUENTA Y NUEVE

Y me miras, sonriendo, confiada,
primero desde la pantalla del móvil,
luego desde el ordenador, y al verte,
el mundo entero se desvanece.

Solamente quedamos los dos,
tan lejos pero tan cerca
que casi podríamos besarnos.

El poder de la imagen encarnada,
incluso me trae el aroma de tu pelo,
la textura de tus mejillas
o el sabor imaginario de tus labios.

Tanto tiempo hablando cada noche,
que me parece conocerte desde siempre,
cuando solo nos hemos visto dos veces...

Ese paseo por las orillas del Darro,
viendo de lejos los misterios de la Alhambra,
esa comida de pinchos y tapas,
el milagro de tus dientes en acción.

Lengua rosa y fresca, mejillas al natural,
mirada a veces un poco perdida,
tu timidez vuelta mensaje...

Y yo, tan nervioso como en la primera cita,
tan enamorado como un adolescente,
y tan confuso como un cachorrillo...
Y tan feliz como nunca a tu lado...

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