jueves, 3 de enero de 2019

CUARENTA Y NUEVE

Amarte es sencillo,
me basta con tu recuerdo,
con tu melena cobriza
azotada por el viento,
y tu risa nerviosa,
y tus labios jugosos;
mientras busco en mi memoria
motivos para no quererte,
y no encuentro más que sueños,
tan locos e imposibles
que sonrío en el espejo.

Te voy buscando y hallando
en las raíces del viento,
en los rayos de sol de invierno,
en los primeros brotes esquivos
de la primavera temprana,
y en los copos de nieve
de la Sierra Morena;
en el arcoiris sobre el mar,
y en la luna llena sonriente,
que parece reírse de mi
por seguir amándote...

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