Atravesando las barreras de la piel,
te busco, entre mil realidades,
y me hundo, despacio, en tus sueños...
Perseguido por la cruel realidad,
cada noche, vuelo a tu lado,
y recorro tu cuerpo con los labios.
Y acaricio tu melena leonina,
me detengo en tus labios,
el tiempo de un suspiro enamorado.
Tapada con dos mantas hasta el cuello,
solo puedo imaginarme el resto,
y me tumbo a tu lado, te acompaño en el sueño.
¡Viaje astral, quién pudiera vivirlo!
Perfecta compañía del poeta enamorado,
de dragones, damas, princesas y esclavos.
Con estos marchitos versos huérfanos,
comparto contigo mis sueños y anhelos,
imaginando la sonrisa de tus cárdenos labios.
Te imagino a mi lado, leyendo mientras escribo,
apuntando con el dedo a la pantalla,
y leyendo en voz baja mis poemas...
Mientras te escribo tantas cosas
que nunca te dije, que callé quizás por miedo,
y me hundo en tus ojos marrones, y te beso...
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
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