jueves, 3 de enero de 2019

CINCUENTA

Quisiera fundir en tu piel
mis labios de escarcha,
desnudarte entre sábanas
de blanco hilo fino,
seguir con mi lengua
el valle entre tus senos,
aspirar entre tus piernas
tus sabores secretos,
y ser uno contigo
en la profunda madrugada;
desaparecer juntos
en un lugar más allá del tiempo,
en espacios desconocidos,
y desiertos silencios...

Quisiera comenzar el viaje
hacia un futuro desconocido,
hacia el todo o la nada,
poco importa si es a tu lado,
hacer frente a gigantes
y a molinos de viento,
a princesas malvadas
y ayudar a dragones buenos;
porque eres el viento en mis alas,
la pluma detrás de mis versos,
el final de todo, y el comienzo
de mil y un pequeños sueños,
el alma de mis pensamientos,
la prisionera de mis recuerdos.

Quisiera despertarme a tu lado,
y ver sobre la almohada
tus cabellos cobrizos revueltos,
notar tu cuerpo junto al mío,
buscar el calor en tu ombligo,
levantarte el camisón en silencio,
y besarte desde los pies hasta tus labios,
haciendo una parada en el medio,
y así despertar tu deseo,
y que llegues tarde al trabajo,
sofocada, pero feliz y sonriendo,
pues para el amor y el sexo
no hay mejor momento que el aquí,
el ahora, la eterna ley del deseo...

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