martes, 29 de enero de 2019

85. POR QUITARTE ESA TRISTEZA

¡Qué no daría yo por quitarte esa tristeza!
Cuánto me gustaría estar a tu lado,
cogerte de la mano, mirarte a los ojos,
y darte ese abrazo que tanto necesitas.

Pero me tengo que conformar con palabras,
las mismas que antes empleaba sin dudar
para hacerte llegar todo mi amor y deseo,
y que tal vez ahora te sirvan de tan poco.

Palabras, en el fondo, lo único que tengo,
el nexo de unión entre dos mundos,
el tuyo y el mío, entre dos ciudades,
incluso entre dos realidades distintas.

Y yo, tan lejos, escuchando tu voz,
deformada por las lágrimas y el dolor,
mientras que me hablas de tus miedos,
de aquellas cosas que más te preocupan,
incluso oigo el caer de tus lágrimas...

Y yo, con mi voz como único apoyo,
intentando que pienses en otras cosas,
que te olvides de la terrible enfermedad,
de tus soledades casi eternas, de tu hermano,
de todas aquellas cosas que te hacen daño..

Y van pasando los minutos y las horas,
quisiera tanto estar a tu lado, abrazarte,
como si no hubiera un mañana,
sentir tu cuerpo junto al mío, y descubrir,
quizás, una realidad tan distinta,
en la que por fin pudieras ser libre...
y yo estar a tu lado, amándote...

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