Y escribo tu nombre con letras de fuego,
en las solitarias madrugadas del alma,
cuando la ciudad dormida a mis pies
se llena de mil abrazos furtivos.
Y busco tu sombra por las calles desiertas,
oliendo tu perfume, tu dulce esencia,
caminando entre vivos y muertos,
buscando mi lugar entre todos ellos.
Y esgrimo tu foto cual espada flamígera,
suprema arma contra mil tristezas,
que me acechan con la realidad del mundo,
con la separación, con los llantos, con la luna.
Y recuerdo cada momento que estuvimos juntos,
tu sonrisa triste de niña buena y mala al tiempo,
la tersura de tus labios, la magia de tus ojos,
el sonido de tu risa, la sal de tus lágrimas.
Y te sueño en mitad de la mañana,
con los ojos abiertos al mundo cruel,
donde la distancia y el tiempo nos separa,
pero nos unen los versos lanzados al viento.
... al final, regreso a la poesía... aunque no sea demasiado buena... aunque a veces me parezca incluso un poco falsa... porque me quedé enganchado en las marañas de la prosa... pero sobre todo, porque disfruto escribiendo poesía... y compartiéndola contigo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
140. UN REGRESO INESPERADO
Poemas que se elevan en el viento y alcanzan los cielos de madrugada. Palabras que surgen en la punta de los dedos, y encuentran su camino s...
-
Sueño con tus labios, con tu sonrisa, con tu cuerpo... El recuerdo se transforma en pesadilla, pues no queda casi nada de ti, donde yo esto...
-
Manos que sueñan, que acarician, que besan, observan, bailan, hechizan, flotan en el aire, prometen infinitos... Y ella, ella... No se da ni...
-
Eres el fruto prohibido, cuyo sabor jamás conoceré... eres mi ancla con la realidad, y la llave de los sueños... tu cuerpo llama al mío...
No hay comentarios:
Publicar un comentario