lunes, 14 de enero de 2019

68. Y ESCRIBO TU NOMBRE

Y escribo tu nombre con letras de fuego,
en las solitarias madrugadas del alma,
cuando la ciudad dormida a mis pies
se llena de mil abrazos furtivos.

Y busco tu sombra por las calles desiertas,
oliendo tu perfume, tu dulce esencia,
caminando entre vivos y muertos,
buscando mi lugar entre todos ellos.

Y esgrimo tu foto cual espada flamígera,
suprema arma contra mil tristezas,
que me acechan con la realidad del mundo,
con la separación, con los llantos, con la luna.

Y recuerdo cada momento que estuvimos juntos,
tu sonrisa triste de niña buena y mala al tiempo,
la tersura de tus labios, la magia de tus ojos,
el sonido de tu risa, la sal de tus lágrimas.

Y te sueño en mitad de la mañana,
con los ojos abiertos al mundo cruel,
donde la distancia y el tiempo nos separa,
pero nos unen los versos lanzados al viento.

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